A veces, la solución para calmar el llanto de tu bebé es bastante obvia. El bebé podría estar hambriento, es por ello que al alimentarlo se calmaría instantáneamente.

Quizás su pañal esté sucio, por lo que si le pusieras uno nuevo y limpio también se calmaría inmediatamente. ¿Pero qué sucede cuando no estas segura de por qué llora tu bebé? Ciertamente, no siempre es fácil averiguar la causa del llanto ni consolar al bebé; pero en la práctica es un asunto menos complicado de lo que suele parecer de antemano.

Tras el llanto del bebé siempre hay una necesidad o un deseo insatisfecho. Los tres beneficios que tu bebé puede conseguir a través del llanto son: ayuda (cuando tiene hambre, está mojado o incómodo, o necesita compañía); queja( por algún tipo de dolor, pero también por exceso de ruido) y desahogo ( liberar las tensiones).

Quizás tu bebé sólo quiere acaparar más atención; es por ello que la mejor solución sería levantarlo y abrazarlo. Es asombroso como el contacto piel a piel puede calmar a un bebé llorón. El movimiento es un gran tranquilizante para los bebés. Alza a tu bebé en tus brazos y mécelo suavemente mientras lo balanceas frente al espejo. El disfrutará del movimiento constante y de poder verse cara a cara. El llanto del bebé siempre responde a una necesidad, física o psicológica, que se debe procurar descubrir y satisfacer lo antes posible.

Cuando el llanto persiste pese a que el niño parece tener satisfechas sus necesidades básicas (incluyendo la compañía) y no se le puede tranquilizar de ninguna forma, se plantea la posibilidad de que sea debido a dolor o enfermedad. Cuando todo lo anterior fallara, deberías tratar de preparar un ambiente tranquilizador. Atenúa las luces, coloca música o haga algún ruido suave, envuelve a tu bebé con sábanas tibias y deja que disfrute de la apacible y acogedora atmósfera.

Cuando el llanto es por tensión y tu bebé necesita descargar energía para relajarse y dormir, a veces lo único que se puede y debe hacer es dejarle llorar. Piensa que cuanto más mantengas la calma y aceptes el llanto de tu bebé mientras buscas remedio manipulándolo con suavidad, más pronto se tranquilizará.

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