El contacto humano es un generador de comunicación y unión. Esto queda claro cuando por ejemplo los padres expresan su necesidad de contacto con los hijos mediante abrazos, caricias, besos o haciéndoles “upa”, y es sabido que estas actitudes enriquecen al ser humano.

Sin embargo son muchas las dudas que surgen acerca de cómo satisfacer cada necesidad de contacto de los más pequeños, claro que como es natural, no es posible hacerles upa todo el tiempo.

Se ha demostrado a través de diversas investigaciones, que hacia el final de la gestación los bebés escuchan, ven, huelen y tienen un gran desarrollo del sentido del tacto.

De hecho, en los primeros noventa minutos de vida, que siguen al parto, tanto la mamá como el bebé viven un período de extrema sensibilidad al contacto, que pocas veces es aprovechado. Por eso es preciso que apenas nacido y siempre que sea posible, tengas a tu hijo en brazos todo el tiempo que puedas.

Este primer contacto con tu bebé es sumamente importante, ya que en brazos de su mamá ambos se vinculan, consolidan y fortalecen lazos, interactúan a través de miradas, caricias, de la voz y de los gestos. De esta forma el apego aumenta y los dos aprenden un lenguaje propio que mas adelante facilitará la comunicación.

Por otro lado el contacto piel a piel durante los primeros momentos de la vida, favorece el incremento de la temperatura corporal del recién nacido que se siente mas seguro, llora menos y se repone con mayor rapidez del estrés provocado por el esfuerzo que le demandó nacer.

La mamá por su parte, teniendo a su bebé en brazos, se siente mas segura y confiada. Por eso este gesto debe interpretarse como una expresión de amor mediante la cual el niño se siente confortado, comprendido, contenido y unido a sus padres.

Tener a tu bebé en brazos los primeros minutos de vida es una experiencia única, quieres contarnos la tuya ? Agrega tu comentario!

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