Esto es lo que se denomina “succión no nutritiva“, al igual que en el caso del chupete o cualquier otro objeto. Esto responde a reflejos normales que ya vienen desde la panza de mamá. En general suele inferirse que en el lactante se debe a alteraciones en la lactancia. Además de esta succión hay otros equivalentes, como por ejemplo, succionar una sábana o trapito.

Depende de varios factores como la intensidad, frecuencia, duración en horas de cada episodio y de cuánto se prolongue con relación a la edad, es decir, si el hábito se prolonga mas allá de los 4 años, pueden producirse importantes alteraciones del crecimiento facial y dentario.

Si el bebé tiene menos de un año esto no es motivo de preocupación ya que es absolutamente normal. Pasado este tiempo habrá que comenzar a indagar sobre cual puede ser el motivo: hambre, aburrimiento, ansiedad etc. Una vez identificado el problema deberás probar entretenerlo con algo alternativo.

Si el niño tiene mas de 4 años deberás explicarle que el dedo no debe ir a la boca y colocarle por ejemplo unas banditas adhesivas en cada dedo para que lo recuerde (Terapia del recuerdo); o también la ya conocida Terapia de la recompensa que dá muy buenos resultados.

Siempre habrá alguna mamá dispuesta a contarnos sus experiencias con los niños, agrega tus comentarios

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