Si como dice el viejo refrán “los bebés vienen con un pan debajo del brazo” es cierto, eso lo saben bien los comerciantes y empresarios dedicados a la venta de productos para la infancia.

Es cada vez mayor la oferta de productos y servicios para bebés, desde “plazas blandas” hasta sitios webs para chiquillos de meses, pasando por restaurantes para bebés con menús especiales, artículos de perfumería para bebés, líquidos para dormir niños con masajes corporales, lejía para bebés, juguetes didácticos para los más pequeñitos, pañales descartables cada vez mas sofisticados, mas finos, mas absorbentes, de colores, para el día, para la noche… si hay algunos que hasta parecen ropa de verdad!

Y la oferta sigue y la demanda crece, porque aún en épocas de crisis los únicos gastos que no se recortan son aquellos destinados a los hijos.

Y si sube la demanda, crecen las ventas, porque los empresarios y profesionales de productos destinados a los niños saben que el bebé es un negocio redondo.

Ello se debe, entre otros factores, a que los padres, obligados a estar fuera de casa por circunstancias laborales, alivian la culpa de estar lejos de sus hijos tanto tiempo, ofreciéndoles todo lo que se pueda.

Por otra parte, todo aquello que tenga que ver con la estimulación temprana del niño será bienvenido, ya que de lo absorbido por los pequeños en la primera infancia, dependerá su futuro emocional e intelectual.